lunes, 16 de octubre de 2017

Golpes en reposo


Ni bien despierto 
en un lunes 
la presión 
el pulso
comienzan a jugar con el cuerpo
en una marcha laboriosa 
como piedras rodando montaña abajo 
para luego 
Sísifos dementes
volver a subir.

La enfermedad 
adjetiva 
los días 
atroces 
no obstante 
luminosos 
dolorosos 
pero con una claridad 
que embriaga.

Pasan las horas 
pasarán 
y la espera
se convertirá 
en una imprescindible 
desconexión.

Perdidos 
en una ciudad desconocida
el alegato 
firmado 
para después.

Descansar no aporta nada.

Un castillo de arena sin reyes.

Tinieblas ya

golpes en reposo.