Juan Secaira Velástegui (Quito, Ecuador, 1971), narrador,
crítico y poeta, ofrece en su nuevo volumen poético, No es dicha, un áspero y honrado testimonio de la existencia. Como
es característico en una zona de la más reciente poesía ecuatoriana, sus
símbolos profundos acuden a una estética del cuerpo y a una construcción del
vacío espiritual de las grandes urbes de hoy desde la discontinuidad misma de
la comunicación entre los sujetos. Es por ello que las líneas poéticas se sujetan
a la libre fluencia de la escritura y se apoyan en la página aprovechando los
silencios, los recursos tipográficos, las distancias tonales, lo incoercible
propio de lo que una vivencia fracturada internamente plasma como absurdo y
fragmentario.
Desde este punto de vista, tal actitud de elocución remite a la
vanguardia, pero asumida desde la plataforma enunciativa del posmodernismo (no
el históricamente nuestro, sino el que nos vino así bautizado desde el primer
mundo), por lo que la impronta enérgica de los recursos expresivos, propia de
aquel primer momento estético, se funde con la actitud distanciada de lo
sublime, propia del segundo momento indicado. Se da cuenta del dolor más
profundo del individuo a través de la historia del sujeto y de la más desamparada
comunicación de las multitudes incluso en acontecimientos de significativo
entusiasmo, pero con enunciados sintéticos, de alta reverberación expresiva, en
textos que se trasmiten unos a otros las alusiones, las sugerencias, con lo que
el conjunto alcanza una notable proposición de un universo socio-íntimo apenas
entrevisto.
Poesía versicular, que a ratos juega con los recursos acumulados
mundialmente por la contracultura, golpea «el vientre / de la irreal y
sacrosanta "normalidad"». Como apunta Carlos Luis Ortiz en el prólogo,
«No es dicha [es] un libro necesario
de leer para percatarnos del horror de lo cotidiano y de sus bondades, a veces
esquivas; un poemario que da cuenta de la finitud del ser humano». Carlos Aulestia
expresa en nota de contracubierta algo también sintomático de este volumen: «No es dicha está construido sobre una
metáfora simple y precisa: la existencia como una dolorosa e inevitable estadía
en el mundo concreto, asfixiante y oscuro, en el que parece no existir otro
camino más que la contemplación desengañada del presente y el pasado, su
dolorosa concentración lírica...».
La colisión de la agresividad del mundo contemporáneo
contra el alma de los individuos es tan brutal, que muchas de las
sensibilidades más recientes se han astillado en la denuncia de la pérdida, el
descuartizamiento visceral y el dolor más agudo. En ocasiones los libros están
escritos en el lenguaje de los asesinados. No
es dicha atraviesa ese lenguaje con fuerza y concisión expresivas notables,
y deja en las manos del lector la victoria del alma sobre la palabra al
inscribir en los textos de modo sugerente la necesidad espiritual de los seres
humanos de levantarse sobre las más complejas circunstancias.
* ROBERTO MANZANO (Ciego de Ávila, Cuba,
1949). Poeta y ensayista.
Premio Nicolás
Guillén, de México, en el 2004, y Premio Nicolás Guillén, de Cuba, en el
2005. Premio La Rosa Blanca 2005. Premio Samuel Feijóo
de Poesía y
Medio Ambiente 2007. Finalista en el Festival de Poesía de Medellín,
Colombia, 2007. Finalista en el Festival de la Lira, en Cuenca, Ecuador,
2007. Ha ofrecido recitales y conferencias en universidades de México,
Venezuela, Estados Unidos, Panamá, China y Paraguay. Máster en Cultura
Latinoamericana. Profesor adjunto de la Universidad de La Habana. Versos
suyos han sido traducidos al griego, al inglés y al chino.
Ha impartido
diplomados para la formación de escritores. Tiene veinte libros de poesía
publicados. Trabaja como editor jefe de AMNIOS, revista cubana de poesía.
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